El recuerdo de un legado puede ser importante con el paso del tiempo. En Argentina se puede hablar de manera constante sobre Christian Giménez y su paso por Boca Juniors que lo coloco en la historia ‘xeneize’. Su hijo, Santiago Giménez, es uno de los delanteros de moda y hoy en día forma parte de Feyenoord de Países Bajos. Eso sí, no deja de lado la posibilidad de jugar en La Bombonera.
Luego de saltar al estrellato con Cruz Azul, también pudo disputar un amistoso con su padre. El popular ‘Bebote’ emprendió maletas hacia Países Bajos. Sus buenas actuaciones lo colocaron en el radar de la selección de México, rival de la Selección Argentina en la fase de grupos del Mundial de Qatar 2022. Pero al margen de todo eso, el amor por el Xeneize que le inculcó su padre sigue intacto y se ilusiona con algún día jugar en el club de la Ribera.
“La verdad que sí me gustaría jugar en La Bombonera, porque debe ser brutal. Son colores desde la cuna, porque cuando yo nací mi papá estaba jugando en Boca entonces, como él es de Boca, a mi me inculcó el amor por el equipo”, confesó Santiago en una entrevista con el podcast Fuera de Lugar.
La ilusión en Qatar 2022
A los 21 años de edad, su primera experiencia en el ‘Viejo Continente’ lo coloca un paso adelante de sus compañeros. Su llegada se dio tras el paso en Cruz Azul donde jugó 103 partidos y marcó 21 goles que hicieron despertar el interés de seu actual club.
El conjunto de Rotterdam pagó 3,5 millones de dólares por la mitad del pase del delantero, mientras que el resto de su ficha permaneció como propiedad de Cruz Azul ante una potencial futura venta con la finalidad de seguir teniendo beneficios económicos.
Desde su llegada al equipo neerlandés, Giménez marcó cinco goles en siete partidos. Ante este buen desempeño, Gerardo Martino, entrenador del seleccionado mexicano, decidió citarlo para los amistosos ante Perú y Colombia previos a Qatar 2022.
A pesar de salir en la lista preliminar, la presencia de Giménez no es garantizada en la Copa del Mundo. El DT lo ha usado en un total de 402 minutos entre todos los partidos seleccionados. Llegar a Feyenoord significó un paso acelerado y que incrementa la experiencia en su carrera profesional.
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