Jerarquía le llaman. Los más sofisticados le pueden decir clase. Finalmente, ambas cualidades describen a la perfección el rendimiento de Yoshimar Yotún en el Hernando Siles de La Paz. En la altura boliviana, el capitán celeste demostró que el talento no tiene fecha de caducidad. Que uno puede tener uno o dos partidos discretos, pero jamás se olvida de jugar. Y que en los momentos claves, donde aparecen las situaciones límites, sacan a relucir todos sus galones. Porque los 90 minutos del zurdo ante The Strongest fueron de manual. Y de sus pies nació la jugada del gol del triunfo que pone a Sporting Cristal en una situación expectante en la Copa Libertadores.