A Guillermo Tomasevich, el delantero nacido el 20 de marzo de 1987, todos lo conocen como el ‘Búfalo’. En Universitario de Deportes jugó tres temporadas, en Cienciano fue dirigido y al mismo tiempo tuvo como compañero a Sergio el ‘Checho’ Ibarra, y con Sport Boys logró el ascenso en 2017. Sin embargo, en los últimos años se alejó del fútbol hasta que llegó una llamada de Cusco para jugar la Copa Perú.
Tomasevich es la figura y goleador de Atlético Juventud Inclán de Calca, cuadro más conocido como AJI Calca, actual campeón departamental de Cusco y uno de los 50 equipos clasificados a la Etapa Nacional que arranca este fin de semana.
Los registros dicen que su último equipo había sido Deportivo Coopsol, donde llegó en 2021 y con el que alternó en cuatro partidos. Antes de ello tuvo un sondeo para jugar la Copa Perú con Deportivo Garcilaso; no obstante, en aquel entonces las normas no dejaban recalificar a futbolistas mayores de 32 años y él ya tenía 34. Así, el deseo de volver a jugar en el ‘fútbol macho’ tuvo que esperar.
Sin embargo, este 2023 las bases cambiaron y permitieron que los equipos inscriban a futbolistas mayores de 32 años que hayan pasado por la Liga 1 o Liga 2. Eso hizo que AJI Calca llame a Tomasevich, quien deseoso de volver al fútbol aceptó la oferta.
“Es una nueva experiencia para mí jugar Copa Perú, de hecho ya había jugado en CNI cuando tenía 18 o19 años. Las cosas como que se alinearon un poco para poder venir acá. A mi me seducía la ida de poder vivir en el Valle Sagrado, de poder reencontrarme con el fútbol. Deje de jugar fútbol algunos años, por cosas externas y ahora la oportunidad se dio”, dijo a Depor.
El gol lo ha venido acompañando: le dio la clasificación a la Etapa Nacional a su equipo tras marcar un doblete contra el Real Municipal de Coporaque y anotó un tanto en la final con Defensor Cubillas. “Yo llego acá jugando desde las distrital y en dos partidos solo no he marcado. No llevo un conteo de mis goles, pero debe ser más de 40 tranquilo”, señaló con mucha confianza.
Tomasevich no solo ha tenido que adaptarse a viajes largos como ir a Espinar en poco más de seis horas. Y claro también a canchas malas en su mayoría. Al mismo tiempo sabe que en la Copa Perú un relajo puede hacer que la campaña se vaya al tacho.
“Es un campeonato en el que no te puedes equivocar, no tienes chance de error, es un campeonato largo pero corto para los equipos, si sigues avanzando puedes jugar 40 o 50 partidos. Siempre estás con el abismo ahí al costado”, manifestó.
El estadio Thomas E. Payne de Calca se ha convertido en su casa. Para Tomasevich es una de las mejores canchas de Cusco luego del Garcilaso. Y tiene claro que el reto es lograr el ascenso a la Liga 2 para darle fútbol profesional al Valle Sagrado.
De la mano de Ccahuantico
Si el ‘Búfalo’ es el encargado de marcar los goles, en el banco de suplentes hay otro tipo experimentado. Nos referimos a César Cchuantico, exjugador de Cienciano, quien es el entrenador de AJI Calca.
“Nuestro técnico es César Ccahuantico. El ‘profe’ sabe manejar bien al grupo. El grueso del grupo son gente cusqueña, la identificación que sienten con el ‘profe’ Ccanhuantico es impresionante, es un referente en el fútbol cusqueño por lo que ha conseguido”, manifestó.
Para Tomasevich, el aporte de Ccahuantico ha sido vital para el éxito del equipo. “Es un técnico que transmite bastante en el tema de la motivación, el cuidado, de como hacer las cosas para no equivocarse en el camino. Le gusta mucho la presión, la marca”, manifestó.
Momentos felices
La carrera de Tomasevich ha tenido fotografías llenas de alegría. Uno de ellos fue el ascenso con Sport Boys que consiguió en 2017 tras marcar 11 goles en la Liga 2 y vencer en un duelo extra a César Vallejo.
“Es uno de los años más felices que he tenido en el fútbol, no solamente por lo que se logró sino por todo lo que se caminó, yo pienso que el objetivo no es lo que llegas a conseguir al final sino como recorres el camino. Ese 2017 fue hermoso y verdaderamente hoy día 2023 estoy volviendo a vivir acá con el camino que vamos recorriendo con el AJI”, señaló.
De hecho, siente que “puede caminar tranquilo en el Callao”, pues en el primer puerto dejó mucho amigos, puertas abiertas y un reconocimiento de parte de los hinchas de Sport Boys.
Otro equipo al que recuerda con cariño es Universitario de Deportes, club en el que estuvo entre 2011 y 2013 y en el que compartió con un gran número de futbolistas que hoy están dando la hora.
“La ‘U’ es otro momento hermoso, un momento de recambio, el 2011 se comete un tema de presupuestos altos, jugadores muy consolidados que llevo a la deuda. El siguiente año cambia el plantel, esa gente de recorrido buscó mejores opciones y ahí fue el recambio generacional, cuando sale Andy, Orejas, Ángel Romero, Carlos Cáceda, Josimar Vargas, Diego Chávez, varios no, bastantes jugadores jóvenes que ahora están triunfando. Haber estado con ellos en sus inicios para mi fue hermoso”, dijo con alegría.
Además, tuvo un paso por Cienciano en el que recuerda que fue dirigido y a la par tuvo de compañero a Sergio Ibarra. “Cuando me dirigió en Cienciano era técnico jugador, yo era el titular, él suplente y a la par mi entrenador”, agregó.
El fútbol lo llevó de regreso a Cusco, donde se siento cómodo pues su esposa es cusqueña. “El objetivo es llegar a Liga 2 y poder traer fútbol profesional al valle sagrado”, cerró. De él depende que a fin de año pueda tocar la gloria en el ‘fútbol macho’.
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