El último martes fue un día largo en el Poder Judicial. Tras dos sesiones entre la mañana y la tarde, la jueza superior Sonia Torre Muñoz levantó la prisión preliminar a Agustín Lozano y a otros directivos de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), investigados por presuntamente pertenecer a la organización criminal denominada ‘Los Galácticos’. Si bien el titular de la FPF fue liberado al hacerse efectivo su recurso de apelación, todavía queda pendiente la respuesta al pedido del fiscal Jorge Chávez Cotrina, quien formalizó la investigación en su contra y solicitó 36 meses de prisión preventiva.
Más allá de las implicancias legales que traerá esta historia en las próximos días, Agustín Lozano tuvo una breve intervención durante su audiencia y sentó su posición respecto a su inocencia, utilizando como argumento lo que para él son sus logros como presidente de la FPF. “El único delito que aquí es de darle al fútbol peruano lo que nunca ha tenido, y de construir lo que otros le negaron. Yo solo quiero que sean justos (...)”, sostuvo el también exalcalde de Chongoyape.
“¿Me hacen tanto daño y me siguen? ¿Por qué? ¿Porque pongo orden y porque no les gusta la disciplina? ¿Porque construyo lo que muchos le negaron hace 40 años al Perú? Hoy día hacemos infraestructura en todo el Perú y estamos construyendo la nueva casa de la selección que nunca hemos tenido y que será la primera de Sudamérica”, agregó en la Quinta Sala Penal de Apelaciones Nacional. Por tal motivo, en Depor decidimos revisar estas afirmaciones de Agustín Lozano y contrastarlas con la realidad. ¿Su gestión al mando de la FPF ha llevado al fútbol peruano al lugar donde él dice que estamos? ¿Realmente vivimos una realidad que nos la negaron desde hace 40 años?
¿Tenemos torneos eficientes?
Durante su intervención como parte de su apelación, Agustín Lozano precisó los siguiente: “¿Cómo es posible que nos diga que hemos desfalcado la Federación cuando mi gestión ha sido la que hoy día puede demostrar que somos una Federación con una estabilidad económica consistente? Por eso hoy día estamos construyendo en el Perú lo que hace 40 años le han negado al fútbol peruano”. Sin embargo, dicha afirmación no se ve reflejada en la realidad cuando vemos que la Liga 1, a nivel organización y de competitividad, es una de las peores de Sudamérica.
Desde que Lozano Saavedra asumió la presidencia de la FPF en diciembre de 2018, y con la instalación de la Comisión Organizadora de Competiciones para que se encargue del campeonato desde la temporada 2019, tenemos un balance negativo en cuanto a las reformas que se aplicaron con la finalidad de tener un mejor torneo, el cual buscaba que los clubes fueran más competitivos y que también pudieran demostrarlo a nivel internacional. No obstante, lo cierto es que no hemos avanzado casi nada en los últimos años –en la Copa Libertadores y Copa Sudamericana, salvo aisladas excepciones como Melgar en 2022, los equipos peruanos son los primeros en ser eliminados–.
La Liga 1 se juega en muy malas canchas y la Comisión de Licencias no cumple con su tarea de exigir que los clubes acaten la reglamentación al pie de la letra, lo cual no solo perjudica al espectáculo del campeonato como marca, sino también en la calidad de los partidos. Asimismo, los problemas económicos de las instituciones nos lleva a que la quita de puntos sea solo una medida momentánea, pero que a la larga no soluciona nada; como consecuencia, hemos visto que durante las últimas campañas algunos equipos han buscado zafarse del descenso en mesa, exigiendo su restitución en Primera División a la fuerza.
A esto hay que sumarle los conocidos problemas que se originaron a inicios de 2023 por los derechos televisivos de la Liga 1, que hasta la fecha siguen generando serios cuestionamientos y forman parte de la investigación del Ministerio Público en contra del propio Agustín Lozano y los miembros de su Junta Directiva. Por último, no hay que dejar pasar lo que sucedió este año en la Liga 2, un torneo que se vio seriamente desvirtuado desde que descalificaron a Juan Aurich y Unión Huaral, lo que a su vez causó mucha suspicacia por tratarse de dos clubes que competían en el mismo grupo que Juan Pablo II College, club fundado por el presidente de la FPF.
Golpe al fútbol femenino
“Estamos construyendo la casa del fútbol femenino en Chincha y más infraestructura para formar a los menores en un proyecto que iniciamos hace casi dos años. Nunca antes se hizo algo así”, manifestó Agustín Lozano como parte de su defensa antes de que se anuncie su posterior liberación. Sin embargo, nuevamente cayó en el vacío de no ver el panorama completo de la situación y solo presentó el ejemplo que más le favorece a su defectuosa gestión. Si bien es cierto lo de la Videna en Chincha, una grave denuncia dejó en evidencia a la FPF por el completo abandono en el que tiene a la Selección Peruana Femenina y sus diversas categorías, a raíz de la crisis institucional que atraviesa por las investigaciones del Ministerio Público.
El pasado lunes, en un correo con una carta firmada por las seis capitanas del seleccionado mayor, las chicas expusieron su indignación a raíz de que la FPF decidió darle prioridad a la logística alrededor de las selecciones masculinas –con la mayor afrontando las Eliminatorias y la Sub-20 con amistosos de preparación–, dejando de lado los compromisos del plantel femenino Sub-17, Sub-20 y la mayor; esta última, a puertas de disputar la Copa América 2025 que clasifica al Mundial, los Juegos Olímpicos y los Juegos Panamericanos. Esta misiva fue cursada a Franco Navarro Mandayo, gerente de Selecciones Nacionales de la FPF.
“Estas decisiones afectan directamente nuestra preparación para las próximas competiciones. Hemos enviado una carta solicitando una reunión con la Gerencia de Selecciones Nacionales de la FPF y esperamos que esta situación se resuelva lo más pronto posible con el apoyo de las autoridades, a fin de retomar el proceso de preparación por parte de nuestra Selección Nacional, la cual seguiremos representado con orgullo”, se lee la carta que se hizo pública. ¿A esto se refiere Agustín Lozano cuando habla sobre el trabajo que no se hizo en los últimos 40 años, y que considera parte de sus logros? ¿Destaca a un fútbol femenino descuidado y que año tras año lucha por su profesionalización?
Con las manos vacías
Durante los últimos cinco años, nuestro país tuvo la oportunidad de organizar tres grandes torneos internacionales a partir de la gestión de la FPF, pero finalmente ninguno de estos pudo hacerse realidad. El primero de ellos fue el Mundial Sub-17 de 2019, donde la FIFA nos quitó la sede por “no lograr la totalidad de requisitos solicitados”, para luego entregársela a Brasil. El organismo rector requería indefectiblemente la exoneración de los impuestos en favor de las delegaciones participantes, algo que la Federación de Agustín Lozano no pudo garantizarle. A pesar de este golpe anímico, la Sub-17 de Carlos Silvestri llegó hasta el hexagonal final del Sudamericano y se quedó fuera de la Copa del Mundo por diferencia de goles.
La FPF no se quedó tranquila y en octubre de ese mismo 2019 la FIFA nos dio la sede del Mundial Sub-17 de 2021, utilizando el bicentenario de la independencia del Perú como argumento para recibir el respaldo político del Gobierno. Sin embargo, cuando en un primer momento la pandemia por el COVID-19 retrasó el certamen hasta el 2023, los problemas en las licitaciones para la remodelación de los estadios Miguel Grau de Piura y Jorge Basadre de Tacna, además de los estragos en el norte del país por el Ciclón Yaku, llevaron a que nuevamente nos quiten la realización de la Copa del Mundo y esta vez se la den a Indonesia.
La más reciente perla de la FPF se dio en este 2024, cuando ya todo estaba dado para que el Sudamericano Sub-20 se desarrolle el próximo año en nuestro país, con la fase de grupos en Lima y el hexagonal final en Arequipa. No obstante, dos factores influyeron para que una vez más nos quiten la organización del torneo juvenil y se lo den a Venezuela: el Gobierno no declaró el Sub-20 de interés nacional y, coincidentemente, Agustín Lozano y otros miembros de su Junta Directiva fueron detenidos como parte de la investigación del Ministerio Público, sindicados como presuntos miembros de una organización criminal; esto, por supuesto, pesó para quedarnos con las manos vacías, dándole un mazazo a la planificación de José Guillermo del Solar y su plantel de futbolistas.
¿Qué tanto importan las divisiones menores?
Si bien a comienzos de año hubo mucha incertidumbre sobre la continuidad del Torneo de Reservas, pues surgieron rumores de que no se disputaría por decisión de la FPF, en mayo cambió el panorama y la competencia se llevó a cabo con aparente normalidad. Sin embargo, con el correr de las fechas empezaron a presentarse los primeros problemas y poco a poco fue quedando en evidencia la precariedad en la que compiten las divisiones menores de algunos clubes, las que supuestamente trabajan para en un futuro nutrir a los primeros equipos y, por supuesto, a las selecciones peruanas.
En junio, Melgar denunció que el Estadio Monumental de Jauja, donde iba a enfrentar a Sport Huancayo, se encontraba en condiciones deplorables para la práctica del fútbol. El ‘Dominó’ se negó a jugar en dichas circunstancias y denunció lo sucedido a través de sus redes sociales. Asimismo, ya en el cierre del campeonato, el propio club arequipeño alzó su voz cuando la FPF llevó la final del Torneo de Reservas a Lima, contraviniendo el reglamento y careciendo de sentido común en cuanto a la neutralidad de la definición del certamen. Finalmente, los rojinegros disputaron el título frente a Universitario en el Estadio Iván Elías Moreno, pero sin público en las tribunas. ¿Ese es el nivel de organización de un campeonato que busca fomentar el talento y darle vitrina a las promesas del fútbol peruano?
Según pudo conocer Depor, el Torneo de Reservas no se disputará el próximo año y dejará de existir, al menos tal como lo conocemos hasta el día de hoy. Sucede que, con la creación de la Liga 3 como una nueva categoría dentro del escalafón del fútbol peruano, la FPF planteará una reorganización de las competiciones de menores, la cual se anunciará de manera oficial cuando comience la temporada 2025. Así pues, la despedida del Torneo de Reservas dará paso a la Liga Sub-18 y en esta participarán todos los equipos de la Liga 1.
Otra vez fuera del Mundial
Cuando Agustín Lozano asumió la presidencia de la FPF, cogió a una Selección Peruana en su mejor momento y que vivía de las mieles de haber clasificado al Mundial de Rusia 2018. Incluso, un año después llegó a la final de la Copa América de Brasil y se quedó muy cerca de la gloria continental. Pero estaba cantando que esto no duraría para toda la vida, y sin un recambio generacional serio era evidente que el paso del tiempo haría lo suyo y el plantel se iría mermando hasta chocarnos con la realidad.
Por más que nuevamente llegamos al repechaje, la historia no volvió a repetirse ante Australia y no clasificamos a Qatar 2022. Por si fuera poco, el viaje para dicho partido trajo muchas controversias que hasta el día de hoy son materia de investigación por parte del Ministerio Público. Así pues, la partida de Ricardo Gareca fue la estocada final para cerrar un capítulo que nos dio tantas alegrías, con el agregado que la gestión de Agustín Lozano dejó varias dudas en cuanto a las formas que utilizó para negociar su continuidad al mando de la Selección Peruana.
Con Juan Carlos Oblitas como director General de fútbol, luego vino Juan Reynoso para afrontar las Eliminatorias 2026 y solo duró seis fechas. Su salida fue engorrosa y nada económica para la FPF, lo cual allanó el camino para el posterior arribo de Jorge Fossati. Curiosamente, tanto el ‘Cabezón’ como el ‘Nono’ son dos entrenadores de corrientes futbolísticas muy diferentes a lo que en el pasado reciente nos dio un relativo éxito, lo que a todas luces fue un error al no darle continuidad a una idea que el plantel acogió como suya durante seis largos años. Si a eso le sumamos que los jugadores envejecieron y no hubo un recambio detrás, las consecuencias las vemos en la tabla de posiciones.
Ahora estamos últimos, con siete puntos luego de 12 fechas y con seis partidos más por delante. Aunque matemáticamente existan remotas posibilidades, no tenemos argumentos futbolísticos para negar que ya estamos eliminados del próximo Mundial. ¿Ese es el balance del gran trabajo de Agustín Lozano al mando de la FPF, que según él no se hizo en los últimos 40 años? Hasta el propio Fossati no sabe el futuro que le depara: “La parte dirigencial y el director de fútbol analizarán el trabajo que se ha hecho hasta ahora y ahí veremos qué es lo que piensan ellos y sabremos cómo sigue la historia. A estas alturas, no tengo conocimiento de cómo va a seguir la Federación”, dijo tras la caída ante Argentina. Claramente no vivimos en un paraíso de prosperidad para el fútbol peruano, tal como sostuvo el presidente de la FPF.
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