"Oíme bien, vos a ser el mejor jugador del mundo". Cada vez que lo llevaba a las canchas de entrenamiento de la calle Ayacucho en Rosario, doña Celia, su abuela, le anticipaba el futuro. Messi apenas había pasado el metro de estatura, pero la mujer por quien hoy alza los dedos al cielo, ya lo veía como un gigante.
Han pasado ya más de dos décadas. Leo es hoy quien su abuela le dijo que sería y concentrado con su selección, buscando el fin de una sequía de 23 años sin títulos, cumple 29. Lejos de la familia, pero con el aliento de millones de argentinos y no argentinos, que lo quieren ver celebrando con la mayor, celebra su cumpleaños.
Nacido un 24 de junio de 1987 en Rosario, un año después del segundo y último título mundial de Argentina, 'D10S' llega a los 29 abriles en el mejor momento de su carrera. Está a un paso de ganar la Copa América Centenario y encaminarse nuevamente a su sexto Balón de Oro. Sin con cinco era una leyenda, con seis se va a graduar, como diría Batistuta, de "extraterreste".
Poseedor de una habilidad técnica excepcional, una endiablada velocidad y una inventiva inagotable, desde que llegó de la mano de sus padres al Barcelona, con 13 años de edad, realizó una carrera vertiginosa por las diferentes categorías hasta el primer equipo, en el que debutó con apenas 16 años en un partido amistoso ante el Porto.
Su verdadera eclosión se produjo con la llegada de Guardiola a Barcelona: durante las cuatro temporadas en que el técnico dirigió el equipo (2008-2012), sus estadísticas goleadoras alcanzaron niveles estratosféricos, contribuyendo de forma decisiva a que el club azulgrana viviese la mejor etapa de su historia al hacerse con 14 títulos de los 18 posibles.