La Conmebol postergó sin fecha la final de la Copa Libertadores que debían disputar el domingo River Plate y Boca Juniors, los dos grandes equipos del país, por “desigualdad deportiva” al tomar en cuenta que varios jugadores boquenses resultaron heridos en los hechos de violencia que sucedieron en la víspera cuando el autobús que los trasladaba fue atacado por fanáticos del conjunto local cerca del estadio Monumental.
"Hoy tenemos que analizar una desigualdad deportiva, no están dadas las condiciones. Hay un equipo agredido", dijo el presidente de la entidad Alejandro Domínguez al canal FOX Sports. “Es una vergüenza la imagen que se ha mandado al mundo por culpa de inadaptados, este no es el fútbol”, lamentó el máximo directivo del fútbol sudamericano.
River y Boca tenían previsto definir este sábado por primera vez en su historia el título de la Libertadores. Pero lo que debía ser una fiesta de fútbol se truncó cuando el autobús que trasladaba al plantel 'Xeneize' fue atacado con piedras y palos a pocas cuadras del Monumental, en un episodio en el que se combinaron el accionar de fanáticos violentos y la impericia de las fuerzas de seguridad.
La Conmebol convocó a los presidentes de ambos equipos a una reunión en Asunción este martes a las 10:00 hora local a fin de acordar una nueva fecha para la disputa de la final. El encuentro no puede disputarse la próxima semana debido a que en Buenos Aires tendrá lugar la cumbre de líderes del G20.
Por otra parte, la entidad sudamericana está obligada a definir a su representante para el Mundial de Clubes que se disputará a partir del 12 de diciembre en Emiratos Árabes Unidos. El representante sudamericano debe debutar el 18 de diciembre.